En virtud del R.G.P.D., le informamos de que únicamente almacenaremos su dirección de correo electrónico, con el único propósito de enviarle información de actualidad, y mientras no manifieste su desestimiento a través del mismo medio.
En condiciones normales, la mayoría de los leucocitos se encuentran en órganos como médula ósea, hígado o bazo, mientras que tan solo un pequeño porcentaje se localizará en la circulación sanguínea.
Cuando se produce una lesión en alguna zona del organismo, da comienzo el proceso de inflamación mediante la migración de los neutrófilos al lugar en cuestión, donde "engullirán" a las células agresoras (fagocitosis) para posteriormente destruirlas. La migración linfocitaria tendrá lugar en la fase crónica de la inflamación, mientras que los monocitos llevarán a cabo una misión de "limpieza", una vez se transforman en macrófagos en el foco inflamatorio.
Para localizar el foco de infección, los leucocitos pueden ser marcados con radiofármacos como 99mTc-HMPAO y 111-In, siendo más habitual el uso del primero. Dicho marcaje respeta la integridad de dichas células, por lo cual sufrirán su distribución normal en el organismo y migrarán al foco en situaciones de infección.
El fenómeno de la inflamación surge como una respuesta del organismo ante una lesión. Es un proceso complejo en el que intervienen numerosos tipos y subtipos celulares, de los cuales los más importantes son los leucocitos o células blancas.
Los leucocitos constituyen la principal barrera defensiva de nuestro cuerpo frente a patologías como la infección o el cáncer. Se originan en la médula ósea a partir de precursores celulares y se diferencian a distintos subtipos con diferentes funciones: granulocitos (neutrófilos, eosinófilos y basófilos), linfocitos y monocitos.
No precisa
No precisa.
Planares del área afectada desde todos los ángulos necesarios y Spect.
Adquisición en 2 fases:
Ninguna
Indicaciones clínicas:
1- Sospecha de cualquier foco infeccioso en el organismo: osteoartcular, injertos, abscesos renales e infecciones perirrenales.
2- Fiebre de origen desconocido: Una de las principales causas es el absceso abdominal
3- Enfermedad inflamatoria intestinal: Permite un seguimiento de la enfermedad así como la previsión de brotes de la misma, siendo una técnica menos cruenta que la colonoscopia.