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Medicina Nuclear
De la molécula a la imagen, al tratamiento ¿Cómo?, para ello está la Medicina Nuclear.
En nuestro cuerpo se producen 100.000 reacciones químicas por segundo, de ellas depende nuestra vida.
La alteración molecular, biológica y bioquímica que produce cualquier proceso patológico va por delante de la alteración estructural o morfológica que con casi total seguridad producirá ese proceso. La Medicina Nuclear nos permite detectar esas alteraciones moleculares y bioquímicas, previas al proceso estructural, con lo cual el diagnóstico y tratamiento va a ser más precoz, evitando complicaciones.
Cualquier enfermedad, antes de que seamos conscientes de ella, produce o es debida a un cambio biológico y bioquímico en nuestro organismo, el hecho de detectar estos cambios nos va a permitir diagnosticar y tratar antes de que se produzca una alteración estructural o anatómica, nivel al que diagnostica un TAC o una RMN.
Imágenes que indican función celular, tratamientos dirigidos a receptores celulares específicos, para ello en Medicina Nuclear marcamos (señalamos) determinadas proteínas o macromoléculas con radiofármacos que:
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Permitan a nuestras cámaras P.E.T y gammacámaras detectarlas y así poder valorar la función de esa macromolécula, en un momento y lugar determinado, como puede ser el curso de una enfermedad: La imagen: Medicina Nuclear diagnóstica.
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Permitan destruir células especificas que expresen determinadas moléculas, debido a que se han convertido en cancerosas o pueden llegar a serlo: El tratamiento: Medicina Nuclear terapéutica.
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Permitan detectar durante una intervención quirúrgica las células previamente marcadas. El cirujano buscará en quirófano mediante una sonda detectora los tejidos marcados como patológicos facilitando así la búsqueda y asegurando que lo que se esta extirpando es realmente aquello que se desea extirpar: A esto lo llamamos cirugía radioguiada: Medicina Nuclear quirúrgica.
Medicina Nuclear diagnóstica
Las exploraciones de Medicina Nuclear son muy seguras y no presentan ningún tipo de complicación. Los radiofármacos administrados para uso diagnóstico (trazadores) no presentan reacciones adversas ni efectos secundarios graves, además se administran a dosis tan pequeñas que tampoco presentan efectos farmacológicos.
Respecto a la radiación recibida en las exploraciones de Medicina Nuclear está es muy variable dependiendo del tipo de exploración y radiofármaco utilizado, pero es muy similar e incluso inferior a la recibida en las exploraciones radiológicas convencionales.
Medicina Nuclear terapéutica: Terapia metabólica
En este caso el radiofármaco administrado si tiene efectos farmacológicos, pues se trata de eso, curar un proceso. Los tratamientos de Medicina Nuclear van dirigidos a determinadas células o tejidos, en los que llevamos a través de una determinada proteína (que sirve de vehículo) un isótopo radioactivo de alta energía y emisor de radiación beta que va a eliminar dicho tejido.
El tratamiento de Medicina Nuclear más común en la actualidad es el de tiroides mediante Iodo-131, aunque hay muchos más. La nanomedicina está además investigando nuevos radiofármacos para el tratamiento de múltiples enfermedades. En nuestra página de terapia metabólica desarrollaremos cada uno de estos nuevos tratamientos.
Medicina nuclear quirúrgica: Cirugía radioguiada
Si una vez administrado el radiofármaco, adquirimos la imagen y detectamos una enfermedad cuyo tratamiento es quirúrgico: ¿porque no trasladamos al paciente en ese mismo instante al quirófano, abrimos y mediante una sonda detectora que localice el radiofármaco buscamos el tejido que veíamos en la imagen previa?
La Medicina Nuclear puede así ayudar al cirujano en la localización y extirpación de los procesos previamente diagnosticados mediante la gammagrafía, utilizando sondas detectoras en quirófano.