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El cateterismo o coronariografía permite estudiar las obstrucciones coronarias y es útil de cara al tratamiento. No obstante, se trata de una prueba invasiva y por ello suele emplearse si los estudios menos cruentos lo aconsejan.
La técnica más utilizada en el campo de la Cardiología Nuclear es el Gated-SPECT miocárdico de perfusión. El radiofármaco empleado en los últimos tiempos, MIBI o tetrafosmin tecneciados es extraido de la sangre y retenido por las células miocárdicas. La viabilidad de los miocitos cardíacos guarda relación directa con la retención del radiofármaco, por lo que una perfusión deficiente en un área del miocardio se traducirá en defectos de captación en la imagen SPECT.
Por tanto, mediante esta exploración podremos valorar la cantidad de tejido muscular cardíaco metabólicamente activo y diferenciarlo de las células muertas del corazón, es decir, nos permite conocer y estudiar la VIABILIDAD miocárdica, lo cual permitirá identificar qué pacientes podrán beneficiarse de tratamiento revascularizador. Esto la convierte en una técnica de gran rendimiento clínico, además de presentar un bajo coste y fácil repetición.
En resumen, la combinación de la prueba de esfuerzo o ergometría con las imágenes SPECT proporciona una gran cantidad de información útil al cardiólogo clínico, principalmente de cara al pronóstico y orientación terapéutica en pacientes con cardiopatía isquémica, así como en la estratificación del riesgo de aparición futura de eventos isquémicos.
El corazón es un órgano formado por dos tipos de músculo: el miocardio, responsable de la contracción de aurículas y ventrículos, y fibras musculares encargadas de transmitir el impulso eléctrico que provoca la excitación y posterior contracción del corazón. Desde el punto de vista anatómico, se divide en dos bombas: derecha e izquierda. A su vez, cada una está formada por dos cavidades (una aurícula y un ventrículo) y dos válvulas. El corazón derecho bombea sangre a los pulmones, mientras que el corazón izquierdo perfunde el resto de tejidos del organismo. Dadas sus mayores exigencias funcionales, el corazón izquierdo posee mayor potencia muscular que el derecho, concentrándose en el ventrículo izquierdo la mayor parte del miocardio.
La circulación coronaria es la responsable de hacer llegar parte de la sangre bombeada por el ventrículo izquierdo a las células musculares cardíacas (miocitos). La obstrucción total o parcial en alguna de las arterias coronarias puede provocar defectos de perfusión y, por tanto, la disfunción transitoria (isquemia) o muerte (necrosis) de la porción de miocardio que no recibe una irrigación satisfactoria. Este fenómeno se traduce en la aparición de diferentes patologías, signos y síntomas, que se agrupan bajo el término global de Cardiopatía Isquémica.
De cara al diagnóstico, la ergometría o prueba de esfuerzo convencional es la prueba más frecuentemente utilizada ante la sospecha de isquemia. En ella, el paciente es sometido a un esfuerzo físico (generalmente caminar sobre cinta o tapiz rodante) durante un tiempo determinado, a fin de provocar, en un entorno controlado, alteraciones clínicas y/o eléctricas (signos de isquemia en el electrocardiograma).
Ayunas de al menos 3 horas
Hay 2 tipos de estudio: Esfuerzo y Reposo. La diferencia es únicamente el momento en el que administramos el fármaco. En la prueba de esfuerzo se administra en el momento de máximo esfuerzo, mientras el cardiólogo realiza la ergometría. En el estudio de reposo la dosis se administra en estado de reposo.
Spect centrado en corazón 180 grados y 32 imágenes.
No precisa